viernes, 25 de octubre de 2013

Entrevista al escritor Franco Vaccarini




La mejor promoción de la lectura que alguien puede hacer en un chico, es leerle”


En el colegio tuvimos la visita de un escritor argentino, Franco Vaccarini.

Franco Vaccarini, nació  el 4 de octubre de 1963 en Lincoln, provincia de Buenos Aires. A los veinte años se radicó en Buenos Aires. Estudió periodismo y asistió a los talleres literarios de los escritores José Murillo y Hebe Uhart.

Tiene dos hijas, Camila y Valentina.

Esta trabajando en varias novelas de diversos géneros, las cuales serán publicadas durante el próximo año.

 A continuación se detalla la entrevista que se realizó al autor:

Comenzamos con unas preguntas personales.

¿Te gusta leer?

Cuando era chico ver un libro o una revista de historietas tenía un componente medio mágico para mi y mis hermanos, porque estábamos en el medio del campo, rodeados por naturaleza y animales. Fue una infancia muy feliz, pero los libros fueron importantísimos. Mi profesor de quinto grado, alguien a quién sigo admirando, nos leía quince minutos por día ‘Don Quijote De La Mancha’. Si bien no entendíamos todas las palabras ni los giros, era absolutamente mágico que nos leyera “El Quijote”. Hasta ahora lo recuerdo como la mejor promoción de la lectura que alguien puede hacer en un chico, que es leerle.

En mi casa también había libros. No eran libros prestigiosos ni los autores que hoy me gustan, pero había revistas que nos entretenían, nos divertían. Cualquier libro que hubiera en casa yo lo leía.

  • ¿Tenés hijos? ¿Lees con ellos?

Si. Dos hijas. Me gustaría poder seguir leyéndoles, el problema es que crecieron. Valentina tiene 21 años, es música, y Camila estudia en el Liceo  Nueve y además es actriz.

A las dos les leíamos siempre antes de dormir hasta que aprendieron a leer. La única obligación que les impusimos mi esposa y yo era que leyeran todas las noches quince minutos antes de acostarse.

Lo que les generó el habito fue que mi esposa y yo siempre teníamos un libro en las manos, siempre estábamos leyendo.

¿Cómo promover la lectura? Hay que leer. Si uno lee, el chico se contagia.                     

 Si uno demuestra pasión por la lectura y entusiasmo, un chico se entusiasma.

  • ¿Desde cuándo quisiste ser escritor? ¿Tu familia te apoyó?

Cuando terminé séptimo grado empecé a escribir un diario personal que estaba dedicado prácticamente en contra de mi papá. Fue una época de rebeldía. Esa fue mi primera experiencia de escritura diaria. Ahí empezó mi disciplina de escribir todos los días. Me empecé a comprar cuadernos que llenaba con canciones, poemas o proto-poemas y así toda la secundaria. Entrevisté a Borges en su casa, tres días previos a que empezara la guerra de Malvinas.

  • ¿Alguna vez te arrepentiste de ser escritor?
 
Nunca me arrepentí de ser escritor. Siempre me consideré un privilegiado.

Pasamos a las preguntas profesionales.

  • ¿Tenés algún modelo a seguir con respecto a la escritura? ¿Que género literario preferís escribir?


Los escritores argentinos vivos que admiro son Abelardo Castillo, Guillermo Martinez y Pablo de Santis, por decir gente de mi edad también ¿no?. Y por supuesto Borges, lo admiro mucho. Cada vez que quiero sentir que el mundo está en orden voy a Borges. Lo leo y digo: ¡ah! esto era la literatura. Por que uno es imperfecto. Uno es un escritor “sucio” en el sentido de que es mucho más desprolijo que un Borges o que otros escritores que son virtuosos de la palabra. Pero yo también  prefiero a los escritores “sucios” como Roberto Arlt, que tiene problemas de sintaxis, que son imperfectos, pero que tienen una enorme energía para contar. Yo admiro al académico y al no académico, al que fue formado y al que se formó a si mismo.

De los géneros literarios me gusta jugar mucho con el policial. En algún momento hice algunos de ciencia ficción. Pero donde más me divierto es en el policial.

  • ¿En qué estás trabajando actualmente?

Estoy escribiendo varias cosas a la vez…

Una novela que se llama “Bienvenidos al miedo” que es una novela muy básica, para asustar. Pero que a la vez yo me transporto a  mi infancia campesina, por que es una familia que vive en Caballito y que el papá hereda, de un tío solterón, un campo. Son como porteños que se mudan al campo y viven un montón de peripecias ahí.

La otra novela que escribo con muchísimo placer, por ahora no tiene título.

Es de un señor, que escucha voces bajo la tierra y se ve empujado a  empezar a cavar y ver que hay debajo. La primera vez, encuentra un tesoro y después la cosa se va poniendo más oscura. Es una novela que empieza como una novela maravillosa como “Alicia en el país de las maravillas”, pero se va poniendo más denso. Y se va a ir sumergiendo en un mundo cada vez más oscuro. Pero que esa voz va haciéndolo encontrarse cada vez mas consigo mismo.

Estoy corrigiendo una novela que se va a llamar “Fiebre Amarilla”,”Todos Amarillos” o “Dolor Amarillo”, por que habla de la epidemia que hubo en Buenos Aires de fiebre amarilla. Va a salir el primer trimestre del 2014 en la editorial Norma. Ya esta terminada y la estoy corrigiendo.

Después voy a empezar otro policial que se va a llamar “El Señor Perfecto comete un crimen”. Es una novela policial en donde un detective resuelve casos tan bien que la prensa lo llama “el señor perfecto”; pero sin querer, comete un crimen.

También va a salir el año que viene en una editorial.

 Y preguntamos, con respecto a la escritura.

  • ¿Alguno de tus cuentos de terror está basado en hechos reales?

No, por suerte nunca vi fantasmas ni extraterrestres. Pero uno puede ver cosas que no existen y tomarlas como reales. Yo me inspiro mucho a veces en mi hermano, Marcelo, que le tenía miedo a todo. Tuvo una etapa de miedos, como si se hubiera contagiado de la peste del miedo.

Cuando uno es chico le tiene terror a la oscuridad, a que le pase algo a un ser querido y a que no nos quieran. Cuando uno es grande hay una etapa en la que le tiene miedo a la cuota de la tarjeta de crédito, al crédito hipotecario…

Pero la verdad, es que siempre le seguimos teniendo miedo a que le pase algo a un ser querido y a que no nos quieran, por que los adultos también queremos que nos quieran. Sentirnos queridos es  parte de nuestra esencia humana. En ese sentido los chicos y los adultos no nos diferenciamos mucho.

Reconocer eso a mí me sirvió mucho como escritor y lo tengo presente para cuando escribo.

Cuando  la entrevista se dio por finalizada, Franco accedió a firmar algunos  libros.

Entevista realizada por:

Chiara Vallone

Milagros Cardozo

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